El aumento de pecho es relativamente sencillo. Pero como con cualquier operación, hay riesgos asociados con la cirugía y hay complicaciones específicas asociadas a este procedimiento.
El problema más común, dentro de la infrecuencia de complicaciones, es la retracción capsular, que ocurre en un 1- 2 % de los casos. Tiene lugar si la cicatriz o cápsula que se forma alrededor del implante comienza a comprimir el implante. Esta compresión del implante puede ocasionar que el seno se endurezca al tacto. Esta complicación puede tratarse de varias maneras: o bien rompiendo la cápsula desde fuera o bien mediante una intervención en la que se reseca total o parcialmente la cápsula engrosada y cambiando la prótesis. Normalmente no es necesario llegar a la reintervención, ya que con masajes o medicamentos se soluciona la mayoría de las veces.
Igualmente, un porcentaje muy pequeño de mujeres desarrolla una infección alrededor del implante (porcentaje inferior al uno por mil). Esto puede ocurrir al cabo de un tiempo, pero normalmente aparece al cabo de una semana después de la cirugía. En algunos casos, puede ser necesario quitar el implante durante varios meses hasta que se resuelva la infección, pudiendo entonces ser reemplazado por uno nuevo.
Por otra parte, algunas mujeres dicen que sus pezones tienen más o menos sensibilidad de la normal durante un tiempo. También puede notar pequeñas zonas de acorchamiento cerca de las incisiones. Estos síntomas normalmente desaparecen con el tiempo.
Muy raramente, los implantes de mamas se pueden romper o tener fugas. La ruptura puede ocurrir como resultado de un accidente o debido al movimiento y la compresión normal entre su seno y el implante. Si las prótesis están rellenas de suero fisiológico, el implante se desinflará en unas horas y el suero será absorbido por el cuerpo. Si se produce una rotura en una prótesis rellena de gel de silicona, pueden ocurrir dos cosas. Si la cubierta se rompe pero la cápsula o cicatriz alrededor de la prótesis no, no detectarás ningún cambio. Pero si la cápsula también se rompe o rasga, especialmente por presión extrema, el gel de silicona puede circundar en el tejido. El gel puede implantarse en el seno y ocasionar una nueva cápsula alrededor, o, muy raramente, puede emigrar a otra área del cuerpo. Este tipo de rotura se detecta rápidamente porque se produce un cambio en la forma o la consistencia del seno. Ambos tipos de roturas pueden requerir una segunda operación y reemplazo del implante roto.
Aunque la gran mayoría de mujeres no experimentan estas complicaciones, es recomendable discutir cada una de ellas con tu médico para asegurarte que comprende los riesgos y consecuencias del aumento de senos.